The Economist: El Autodenominado "ELS" Se Sumerge en un Caos de Enfrentamientos Internos y Escalada de Asesinatos
Tomó cuatro meses, pero en la última semana hombres de un grupo militante en Idlib, provincia del noroeste de Siria, vengó la muerte de su líder el año pasado. El 9 de Enero Zaer al-Waqqas, el comandante local de la brigada norteña de al-Faruq, fue asesinado en Sarmada, su pueblo. Sus pobladores dicen que recibió disparos de un combatiente tunecino. Mr Waqqas estuvo involucrado en el asesinato ocurrido en septiembre de Firas al-Absi; también conocido como Abu Mohammed, un yihadista en siria oriundo de Arabia Saudita que se había unido con sus amigos combatientes extranjeros de Libia y Afganistan.
Los Rebeldes en Sarmada dijeron que nuevos enfrentamientos entre los dos grupos son poco probables; la deuda de sangre ya ha sido pagada. Ellos son conscientes de la mala prensa que provocan estas rivalidades. Pero mientras se aproxima el segundo aniversario de la batalla para expulsar a Bashar Assad, el asesinato pone de manifiesto una serie de problemas de sus oponentes que se van agudizando cada vez más.
Primero, el numero de grupos combatientes se ha disparado. Los rebeldes cooperan bien militarmente pero fallan en organizarse en una estructura unificada. El ultimo intento, el Consejo Supremo de los Rebeldes, creado el año pasado para ser el ala militar de la Coalición Nacional de Oposición, ha hecho muy poco.
Las brigadas siempre han competido por la lealtad de sus miembros y por el territorio, y ahora ellos también deben competir por el apoyo de los ciudadanos sirios que están comenzando a diferenciarse más fuertemente entre los diversos grupos. Al crecer las necesidades humanitarias, Yabhat al Nusra, el grupo combatiente mas pietista, ha hecho incursiones con sus grupos en Alepo e Idlib repartiendo pan y absteniéndose de hacer saqueos. "A mucha gente no le gusta sus puntos de vista religiosos pero nosotros sabemos que hasta donde llegar con ellos, ellos tienen su propia marca" dice Alaa al-Dín, un periodista de Idlib,
El asesinato de Mr Waqqas también pone de manifiesto la creciente anarquía en Siria, los civiles están hartos de ésto. Los concejos rebeldes locales y sus tribunales han tenido problemas para imponer su autoridad. En algunos lugares, ellos compiten por el poder; en otros los lugareños dicen que ellos ya estuvieron bajo el mando de Mr Assad y ya no tolerarán de otros lo mismo. La gente no confía el uno en el otro, cuidadosos de la todavía activa red de informantes del régimen. El crímen, incluyendo el robo y el secuestro para pedir rescate, va en aumento.
El "caos" (Fauda), como muchos sirios describen su vida, no es más evidente en ningún lugar que no sea Sarmada y sus aldeas y poblados cercanos. El mercado negro está floreciendo. El contrabando es rampante. Y para empeorar las cosas, todos están armados. "Tanto los civiles como combatientes me compran armas porque todos están preocupados" dice un comerciante de armas que se niega a dar su nombre ... - JA
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